lunes, 15 de octubre de 2012

Décimas


De la raiz de la vida
nace el dolor y el asombro
el amor y los escombros
depende de la partida
Cuesta encontrar la salida
cuando el pecho es quemazón
cuando no se haya razón
pa limpiarse bien de adentro
no se limpia el sentimiento
si no se abre el corazón.

Si no se abre el corazón
hay que encontrar la manera
de librar las lisonjeras
penas de nuestra pasión
Podrá ser la operación
en el músculo cardiaco
intentar después de un rato
un transplante de cerebro
a ver si con eso alegro
esta pobre alma de trapo

Esta pobre alma de trapo
quiere abrir su pecho al viento
liberarse del tormento
ser sabia como los gatos
y para lograrlo ato
a las patas de un pegaso
pa que se hagan mil pedazos
las penas contra los cielos
que caigan al arroyuelo
recorriendo nuevos trazos

Recorriendo nuevos trazos
junta a pájaros y peces
se van sintiendo las veces
que se atan nuevos lazos
Voy anotando los casos
de locuras y amoríos
trato `e no meterme en líos
siguiendo tranquila el curso
siento de la tierra el pulso
pa ir ligera por los ríos

martes, 19 de julio de 2011


Tengo olor de piel quemada
de espalda al suelo
el cielo también quemado en mi retina.
Por únicas compañías
tengo la flor de un tubérculo añoso,
la rasgada investidura de la tierra
y una que otra hormiga,
que un poco perdida por la vida,
ha pasado rozando, muy cerca mi boca.
viene de la tierra y no la detengo
de nuevo reposan en mi los no tan lejanos recuerdos
hermosa letanía
sufro y gozo al tenerlos.

A lo lejos el rumor de un ladrido solitario
me hace pensar
mas pensar no quiero
asi que solamente dejo
que el cielo eterno caiga
caida libre, por mis ojos
y se me meta tan dentro
que ya no quede pensamiento;
no hay respuestas para las mil preguntas
sólo hay cielo,
suelo
y el recuerdo de las hermosas confusiones.

domingo, 19 de junio de 2011

Juan Salvador Garza


apenas le alcancé. de la ventana al otro lado del patio hay un trecho en el que -entre animales y pozas- se hace díficil correr. cuando llegué ya volaba y a lo lejos parecía ser juan salvador, razgando las hojas de un libro cielo, de plumas roneo y tan gris su blanco su plumaje volador.

"-Somos libres de ir donde queramos y de ser lo que somos -contestó Juan, y se elevó de la arena y giró hacia el Este, hacia el país de la Bandada."


jueves, 7 de abril de 2011

"Canción del último Hombre"




... y de las personas las manos al aplaudir se agitaban, como hojas de álamo saludando al viento...






miércoles, 30 de marzo de 2011

Pa` ventolera, ventosa

Hay airecitos que se pegan con furia en el esternón, pareciera,
con cautil, sin cautela
sin intención, pareciera...
sólo llegan y se pegan.

airecitos de dolores,
que se apagan con velas,
monedas de cobre
y un vaso vacío; sin emociones de aquellas.

Lo prendo, lo tapo, se apaga, se llena.
de arriba, abajo
izquierda,derecha, zig zag remolón, cariñito,
el dolor se va, la fuerza baja y baja suavecito, ¿qué tal?

de repente despega.
¡¡¡adiós, adiós pecho apretao,
me voy a escuchar un charanguito dorado!!!
 

domingo, 6 de marzo de 2011

Despertar

Son dos las manos corriendo polvorosas por la cara para despegar la húmeda confusión de la neblina al despertar. El camino es angosto como cansadas las piernas de recorrerlo, aún así ambos son fuertes, incólumes, despiertos. Reverdecientes siempre como la vida misma que escapa de su canto al vibrar el paisaje, la leche caliente y la imitación del quirquincho de cuerda doble que son sus compañeros de siempre en la montaña, de alba a alba, de sol a sol, de sombra a sombra. No sabe si es de aquí o es de allá, no hay un limite definido para los sueños de su pueblo, ni para sus más secretos deseos. Su país no es ni largo, ni angosto, no sabe si tiene mar,aunque a veces, en sueños, lo oye rugir. pero no lo conoce. Su país no ha ganado guerras, ni las ha luchado. Su país es su tierra y su gente. Su tierra la preside un tímido grillo que por las noches vela por su suerte.

Las grietas de sus manos que vienen a ser como toda su historia, suelen llenarse de un polvillo rojizo, pesado y un poco melancólico que resuelve siempre sus finales en el fondo de un pozo que acumula impasible la memoria de todas las grietas, que lava el dolor de todos sus muertos.

Piensa en sus hermanos mientras camina. Ya llegará el día en que la helada muerda con descaro y habrá que buscar más cuero pa sus zapatos y más leña pa un buen abrazo.

lunes, 18 de octubre de 2010

Llego



Hay muchas cosas que no me gustan de las carreteras. El ruido, quizá, sea el más molesto. Ese portentosa arrogancia con que irrumpen en un espacio que no es suyo, ese lento vibrar del aire en el verano que no deja que los pies salgan ilesos. Pero hay cosas que si. Me gusta que sean eternas y que se acaben. Me gusta saber que luego de tanto camino mirando al cielo llegará un momento en el que los pies comiencen a tropezar con piedras, a llenarse de polvo; que comience la lluvia y que el caminar se haga más lento para no tropezar, pero más rápido para no mojarse. Que se oscurezcan los árboles y sus brazos saluden alicaídos por el viento y el agua...que de a poco de sus ramas caigan los aromas del eucalipto, la araucaria y el alamo; que su esencia sea tran profunda que pese sobre los ojos y en el sueño me acurruque bajo su alero.