lunes, 13 de abril de 2009

despacio...despacio...d e s p a c iiii oo




Caminando despacio, sin apuros,
con pies de espuma,
deshaciéndose en cada paso
en el suelo.
Tierra y espuma,
espuma y tierra...
partículas ínfimas, infinitas
mezclando naturalezas, también ínfimas.

Se diluía la voz cantante
en el espacio etéreo,
ese aire azul,
denso, pero tan libre,
casi acuoso...
¡ y la voz! en gritos
cuajaba frente a la boca,
esa boca en un rostro
ese rostro en la cabeza
pegada al cuello; el cuello al cuerpo...
y en ese cuerpo, esos pies que seguían avanzando:
¡Adelante!
por lo que la boca, finalmente,
volvia a tragar sus palabras,
cuajadas, densas,
al frente
en ese aire azul y denso.
volvió a cantar, porque le
era tan inevitable como seguir caminando.

De modo que eternamente
siguió tragándose sus palabras,
sus notas, su belcanto.

y no se detenía,
porque el tiempo, a pesar de ser tiempo,
caminaba a su lado, y la
verdad, no era muy significante.

...pobre tiempo...

Amaba a los hombres,
por eso se pasaba "siempre" a su lado,
atormentándoles.
Pero eso no era su culpa, son los
hombres los cobardes, que ante la
inminencia del tiempo,
salen arrancando.

Entonces...
Siguieron sus pies deshaciéndose,
sus manos hablando, su voz cantando,
sus días volando, casi ausentes,
como si nada.
Era todo tan mágico
Irreal, ¿Ideal?
-Suenan parecido-
pero a la vez esa magia
era cotidiana.
la luz, la espuma
que cambia a cada centimetro/segundo
era siempre.
es siempre.
(recuerda que el tiempo sigue presente, a tu lado)
era siempre.

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